12/30/2015

Breve historia de la civilización

Y nos cansamos de andar vagando por los bosques y las orillas de los ríos.
Y nos fuimos quedando. Inventamos las aldeas y la vida en comunidad,
convertimos el hueso en aguja y la púa en arpón, las herramientas nos
prolongaron la mano y el mango multiplicó la fuerza del hacha, de la azada y
del cuchillo.
Cultivamos el arroz, la cebada, el trigo y el maíz, y encerramos en corrales
las ovejas y las cabras, y aprendimos a guardar granos en los almacenes, para
no morir de hambre en los malos tiempos.
Y en los campos labrados fuimos devotos de las diosas de la fecundidad,
mujeres de vastas caderas y tetas generosas, pero con el paso del tiempo ellas
fueron desplazadas por los dioses machos de la guerra. Y cantamos himnos de
alabanza a la gloria de los reyes, los jefes guerreros y los altos sacerdotes.
Y descubrimos las palabras tuyo y mío y la tierra tuvo dueño y la mujer fue
propiedad del hombre y el padre propietario de los hijos.
Muy atrás habían quedado los tiempos en que andábamos a la deriva, sin
casa ni destino.
Los resultados de la civilización eran sorprendentes: nuestra vida era más
segura pero menos libre, y trabajábamos más horas.

(Eduardo Galeano - Espejos. Una historia casi universal)
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12/28/2015

Hiroshima y Nagazaki


"Para evitar la catastrofe futura debemos actuar hoy"

En memoria del bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagazaki
6 de agosto de 1945
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Cien sonetos de amor L


Soneto L

Cotapos dice que tu risa cae
como un halcón desde una brusca torre
y, es verdad, atraviesas el follaje del mundo
con un solo relámpago de tu estirpe celeste
que cae, y corta, y saltan las lenguas del rocío,
las aguas del diamante, la luz con sus abejas
y allí donde vivía con su barba el silencio
estallan las granadas del sol y las estrellas,
se viene abajo el cielo con la noche sombría,
arden a plena luna campanas y claveles,
y corren los caballos de los talabarteros:
porque tú siendo tan pequeñita como eres
dejas caer la risa desde tu meteoro
electrizando el nombre de la naturaleza.






By: Pablo Neruda
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12/26/2015

Arcilla del Cosmos


"Así, el visitante esperaba un nuevo nacimiento en esa especie en la que había reconocido el temor ante la muerte y el vértigo de la furia destructiva. Había presenciado cómo esos seres vibraban por la alucinación del amor, cómo se angustiaban por la soledad del Universo vacío, cómo imaginaban su futuro, cómo luchaban por descifrar la huella del comienzo en la que fueran arrojados. En algún tiempo, ésta especie hecha con la arcilla del cosmos emprendería el camino para descubrir su origen y lo haría andando por caminos imprevisibles"

*Fragmento del libro "El dia del leon aladao" M.L.R.C.
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